Nuestro más profundo temor…

Nelson Mandela, en su discurso como Presidente de Sudáfrica (1994-1999), pronunció estas palabras del libro de  Marianne Williamson «Regreso al Amor», que han sido también citadas en películas motivadoras y recomendables, tales como “Coach Carter” (basada en hechos reales) y “Akeellah and the Bee”(conocida en español como «Akeelah contra todos» -aunque en realidad es Akeelah con todos- o como «Akeelah y las letras»)

Nelson Mandela - Todos estamos destinados a Brillar

Nelson Mandela – Todos estamos destinados a Brillar

Nuestro más profundo temor no es ser inadecuados. Nuestro más profundo temor es que somos poderosos sin medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad la que más nos asusta. Nos preguntamos, “¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, con talento o fabuloso? «. En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres un hijo de Dios. Jugar a hacerte pequeño no le sirve al mundo. No hay nada iluminador en que te encojas para que las otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños. Hemos nacido para hacer manifiesta la gloria de Dios que está dentro de nosotros. No está sólo en algunos de nosotros, está en todo el mundo. Y cuando dejamos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo. Como estamos liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.

Our deepest fear is not that we are inadequate. Our deepest fear is that we are powerful beyond measure. It is our light, not our darkness that most frightens us. We ask ourselves, ‘Who am I to be brilliant, gorgeous, talented, fabulous?’ Actually, who are you not to be? You are a child of God. Your playing small does not serve the world. There is nothing enlightened about shrinking so that other people won’t feel insecure around you. We are all meant to shine, as children do. We were born to make manifest the glory of God that is within us. It is not just in some of us; it is in everyone. And as we let our own light shine, we unconsciously give other people permission to do the same. As we are liberated from our own fear, our presence automatically liberates others.

Marianne Williamson

Fuente: TranquilizArte.